Hace poco me he topado con este vídeo de M. Romney, candidato a candidato conservador a la presidencia de EE.UU.
Está en inglés, pero básicamente dice lo siguiente:
Entrevistador: Permítame que le pregunte sobre las palabras que escogió la otra noche: usted dijo que ya tenemos un líder que nos divide con amargas políticas de ENVIDIA.
Tengo curiosidad por la palabra ENVIDIA. ¿Quería Ud. Sugerir que cualquiera que cuestione las prácticas y procedimientos de Wall Street y las instituciones financieras y que cualquiera que tenga preguntas sobre la redistribución de la riqueza y el poder de este país es un ENVIDIOSO? ¿Es todo un tema de celos o de justicia?Romney: Sabe, creo que se trata de ENVIDIA, creo que se trata de guerra de clases. Creo que cuando tienes a un presidente alentando la idea de dividir América basándose en la idea del 99% contra el 1%, cuando aquellos que han tenido más éxito están en el 1%, has abierto un nuevo camino de concebir este país que es totalmente inconsistente con el concepto de “una nación bajo Dios”.
Y creo que el análisis final de los americanos les llevará a rechazarlo.Entrevistador: Entonces ¿No es posible cuestionarse en justicia la distribución de la riqueza sin ser visto como un ENVIDIOSO?
Romney: Sabe, creo que está bien hablar de esas cosas en habitaciones tranquilas, cuando se charla de impuestos y cosas así, pero el Presidente utiliza este tema como parte de su hoja de ruta de campaña. Adonde quiera que vayamos , o que vaya él, le oimos hablar de millonarios o billonarios, ejecutivos, Wall Street… es una táctica de ataque ENVIDIOSA y creo que fracasará.
Esta bonita entrevista me ha hecho recordar un artículo que leí hace años escrito por el que actualmente es el Presidente del Gobierno de España, en el que hablaba de un concepto asombroso para cualquiera que se denomine cristiano: LA ENVIDIA IGUALITARIA. El artículo lucía perlas como estas:
“¿Por qué, mediante la imposición progresiva, se hace pagar a unos hasta un porcentaje diez veces superior al de otros por la misma cantidad de ingresos? Para penalizar la superior capacidad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria”
¿De verdad creen estos señores que todo es “yo tengo más que tú así que chincha rabiña la rabia te pica”? Y estos señores, ambos declarados cristianos practicantes, ¿qué piensan cuando leen que los primeros cristianos tenían todas las cosas en común?
¿Qué piensan cuando leen a los profetas condenar la codicia, el acaparamiento, la acumulación de bienes? Envidia, pensarán, envidia igualitaria es lo que tienen.
Capitalismo darwinista en su más pura esencia, la ley de la selva, el dominio del más fuerte. Eso es, ni más ni menos, lo que propugnan los que acusan a todo aquel que osa hablar de reparto equitativo como ENVIDIOSOS.
- DyC 49:20 Pero no se ha dispuesto que un hombre aposea más que otro; por consiguiente, el mundo yace en el pecado.
- DyC 38:26 Porque, ¿quién de vosotros, si tiene doce hijos que le sirven obedientemente, y no hace acepción de ellos, dice a uno: Vístete de gala y siéntate aquí; y al otro: Vístete de harapos y siéntate allí, podrá luego mirarlos y decir soy justo?
- Hechos 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía que era suyo nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
- DyC 51:3 Por tanto, señalen Edward Partridge y aquellos a quienes él ha escogido, con los cuales estoy bien complacido, su porción a este pueblo, a cada hombre igual, según su familia, conforme a sus circunstancias, carencias y necesidades.
- DyC 70:14 No obstante, en vuestras cosas temporales seréis iguales, y esto no de mala gana; de lo contrario, se retendrá la abundancia de las manifestaciones del Espíritu.
- DyC 78:6 Porque si no sois iguales en las cosas terrenales, no podéis ser iguales en la consecución de cosas celestiales;
No, no es ENVIDIA señores privilegiados, es JUSTICIA. Porque la riqueza nace del trabajo de todos, pero un 1% la acumula mientras el 99% restante gime bajo el peso de la servidumbre.
Algún día los hombres…
- Isaías 65:22 No edificarán para que otro habite ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los aárboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.